Alas Abiertas se denomina la estrategia de grupos de apoyo que el Centro de Familia puso al servicio de las mujeres que han sido violentadas sexualmente.

Así lo dio a conocer Elcie Támara Arrázola, coordinadora de este centro de proyección social, quien sostuvo que la dinámica consiste en activar grupos de apoyo a las mujeres víctimas de este flagelo con el fin de que fortalezcan sus capacidades y no se sientan solas, sino que aprendan que se trata de una problemática común y pueden aprender de la experiencia de otras mujeres.

“Inicialmente, vamos a comenzar con violencia sexual, pero también le apostaremos a brindarle asesoría y ayuda a quienes han atravesado duelos por la pérdida repentina de seres queridos a causa de la pandemia. Tenemos conocimiento de que hay muchísimas personas que el duelo las paralizó y las detuvo en su proyecto de vida, por esta razón vamos a ayudar a esas personas que aprendan a superar este impasse y continúen luchando por su existencia y la del resto de su familia”, agregó Támara.

Esta estrategia de acompañamiento y orientación será ejecutada por las estudiantes de los programas de Psicología y Trabajo Social que realizan sus prácticas profesionales en el Centro de Familia.

Durante el lanzamiento del mencionado programa hicieron presencia varias instituciones que trabajan con la población femenina en la capital sucreña.