Este año, sin lugar a dudas, fue una época de retos y desafíos, y, porque no decir, un tiempo difícil para todos. La llegada repentina del COVID-19 obligó a nuestra Institución a suspender actividades presenciales para nuestros estudiantes y colaboradores.

El cambio fue asumido con toda la capacidad profesional, técnica y humana de cada una de las áreas y dependencias de la universidad.

De forma especial, Bienestar Institucional, continuó aportándole al desarrollo sostenible, la convivencia y la paz; fortaleciendo la formación integral de los miembros de la comunidad universitaria, utilizando para ello, todo el talento humano, la creatividad y los recursos tecnológicos.

Es así como cada área, programa y servicio ofrecido en Bienestar Institucional siguió con el cumplimiento de su agenda, pero de forma virtual, a través de diversas estrategias que permitieron estrechar los lazos con estudiantes, docentes y colaboradores.

En el Área de Deportes se ejecutaron los programas de deporte, recreación y actividad física; las diversas selecciones siguieron su entrenamiento a través de diversas plataformas. Se realizaron además, las Vacaciones Recreativas, el Festival Virtual del Barrilete y Cecarminantes, un conjunto de ejercicios funcionales para mejorar hábitos y estilos de vida saludables.

En lo que respecta al Área de Cultura, siguió integrando las manifestaciones artísticas y culturales, así como las de formación de un buen ciudadano a través de los programas de formación artística, proyección artística y cultura y convivencia ciudadana.

Nuestros grupos culturales continuaron sus ensayos y representaciones en diversos eventos organizados por ASCUN, además se realizaron actividades como CECAR Baila en Casa, ciclos de conferencias culturales, así como talleres de guitarra, piano y gaita.

De igual forma, implementando y promoviendo en la comunidad universitaria estrategias que contribuyeron al mejoramiento de su calidad de vida, el Área de Desarrollo Humano, impulsó en el programa de formación espiritual las asesorías espirituales, eucaristías, grupo de oración Cecar Unidos en Oración, Un café con Jesús; el servicio de atención psicológica, la atención en primeros auxilios y medicina general por medio de tele consultas y con cualificaciones, talleres y celebraciones relacionadas con el bienestar laboral. Igualmente, se efectuaron campañas preventivas frente a las problemáticas biopsicosociales relevantes de la comunidad universitaria.

El programa Trayectoria Académica Exitosa incrementó el accionar de sus estrategias haciendo frente a la amenaza de deserción, fomentando la permanencia estudiantil. En adaptación a la vida universitaria se realizó la inducción de estudiantes y padres, las pruebas de ingreso, la cátedra vida universitaria y las escuelas de formación, tanto lo relacionado con el módulo integral, como el desarrollo de la escuela de bisutería.

Además, se continuó con el acompañamiento y seguimiento académico por medio de asesorías individuales y grupales y monitorías de forma virtual; realizando un análisis y seguimiento a la deserción.

En cuanto a la inclusión, se promovió una educación con calidad, equidad y pertinencia, contando con la aprobación de la Política de Inclusión Institucional, las rutas de atención a la población diversa, la realización de espacios inclusivos como diálogos diversos con la población LGTBBIQ, celebraciones especiales, curso virtual en lengua de señas colombiana y la Jornada Cultural, Académica y Deportiva, cuyo tema central fue “La Inclusión como Derecho Humano”.

De esta forma, Bienestar Institucional, demostró que es el corazón de CECAR, una dependencia que responde a todas las necesidades de la comunidad académica.